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Cómo el equilibrio y la coordinación ayudan a los niños a crecer fuertes y seguros

Has visto a tu hijo dar sus primeros pasos, aprender a saltar con ambos pies o tambalearse en bicicleta. Estos momentos emocionantes van más allá de los hitos; son los pilares de su desarrollo.

El equilibrio y la coordinación ayudan a tu hijo a dominar movimientos como caminar, correr y trepar. Pero también hacen mucho más. Estas habilidades favorecen la salud física, la confianza e incluso el éxito escolar.

En este artículo, aprenderá por qué estas habilidades son importantes, cómo se desarrollan, qué signos de retraso debe tener en cuenta y formas en que puede ayudar a su hijo a fortalecerlas.

¿Qué son el equilibrio y la coordinación?

El equilibrio es la capacidad de su hijo para mantenerse estable, ya sea de pie, caminando sobre terreno irregular o saltando un charco. La coordinación es la fluidez con la que las diferentes partes del cuerpo (como las manos y los ojos o los brazos y las piernas) interactúan, de modo que los movimientos sean controlados y eficientes.

En conjunto, estas habilidades forman la columna vertebral del desarrollo motor, que incluye:

  • Habilidades motoras gruesas: movimientos grandes como correr, trepar, saltar y patear.
  • Habilidades motoras finas: pequeños movimientos como escribir, dibujar, cortar o usar utensilios.

“El equilibrio y la coordinación ayudan a los niños a dominar movimientos como caminar, correr y trepar”, afirmó el DoctorIsmaeel Bakhsh , pediatra de Banner Health. “Dominar estas habilidades también aumenta la confianza y la autoestima, ya que los niños se sienten más capaces en actividades físicas como los deportes o el juego. Además, reducen el riesgo de caídas y accidentes”.

Cómo las habilidades motoras favorecen la salud física

Los niños desarrollan cuerpos más fuertes y saludables cuando se mueven con regularidad.

“Las habilidades motoras gruesas, como correr, trepar y patear, fortalecen los músculos y mejoran la salud cardiovascular”, afirmó el Dr. Bakhsh. “También reducen el riesgo de obesidad y otros problemas de salud relacionados”.

A medida que su hijo practica el movimiento, desarrolla resistencia, postura y flexibilidad. Esto no solo facilita las actividades diarias, sino que también reduce el riesgo de lesiones. Unos músculos centrales fuertes, una buena postura y la estabilidad empiezan con el equilibrio.

Incluso un juego sencillo, como caminar a lo largo de una línea, lanzar una pelota o subirse a un tobogán bajo, ayuda a construir las bases del cuerpo para la salud y la resistencia.

Obtenga más información sobre las formas en que puede ayudar a su hijo a realizar su actividad física diaria .

Confianza, habilidades sociales y crecimiento emocional

El equilibrio y la coordinación también influyen en el crecimiento emocional y social del niño. Cada logro, desde mantenerse en pie hasta saltar por el patio de recreo, fortalece su confianza en sí mismo.

“Los niños con habilidades motoras fuertes pueden participar en actividades grupales como deportes, baile o juegos en el patio, que son clave para forjar amistades y vínculos sociales”, dijo el Dr. Bakhsh. “Además, fomenta la confianza”.

Por otro lado, cuando un niño tiene problemas de coordinación, incluso las actividades más sencillas pueden resultar desalentadoras. Podrían retraerse o dudar en unirse a otros niños para jugar. Fomentar el movimiento regular y elogiar los pequeños logros ayuda a tu hijo a sentirse capaz y orgulloso de su cuerpo, lo que beneficia sus interacciones sociales y su disposición a probar cosas nuevas.

Cómo el movimiento afecta el aprendizaje

Cuando los niños trabajan el equilibrio y la coordinación, fortalecen partes del cerebro que manejan la planificación, la concentración, la memoria y la resolución de problemas.

“Las habilidades motoras finas, como cortar, escribir, dibujar y usar herramientas como lápices o tijeras, también contribuyen al éxito en el aula”, afirmó el Dr. Bakhsh.

Cuando los niños desarrollan estas habilidades, pueden concentrarse más en el aprendizaje en lugar de tener dificultades para controlar las manos o el cuerpo. La coordinación física también facilita la lectura y las matemáticas, habilidades que se basan en el seguimiento del movimiento, la sincronización y la concentración.

Cómo se desarrollan el equilibrio y la coordinación de su hijo con el tiempo

El desarrollo de las habilidades motoras no ocurre de golpe. Es un proceso continuo que comienza al nacer y continúa durante la edad escolar. El Dr. Bakhsh lo describe como un espectro.

  • Del nacimiento a los 6 meses: Los bebés levantan la cabeza cuando están boca abajo. «Esto demuestra un control temprano del cuello , fundamental para el equilibrio», explicó el Dr. Bakhsh.
  • Niñez temprana (1 a 2 años): los niños caminan de forma independiente y mejoran el equilibrio.
  • De 2 a 3 años: Comienzan a correr, a saltar con ambos pies y a trepar sin ayuda, lo cual son signos de una creciente coordinación.
  • Preescolar (3 a 4 años): los niños se equilibran en un pie durante unos segundos, caminan a lo largo de una línea o andan en triciclo.
  • De 4 a 5 años: los saltos y los saltos comienzan a medida que las habilidades motoras se vuelven más refinadas.
  • Edad escolar (7 a 8): los niños practican deportes que requieren equilibrio dinámico, como fútbol, ​​gimnasia o baloncesto.

Cada etapa se basa en la anterior y la práctica mantiene esos caminos fuertes.

Obtenga más información sobre los hitos del desarrollo desde el nacimiento hasta los 5 años.

Signos de retrasos en el equilibrio y la coordinación

Todos los niños se desarrollan a su propio ritmo, pero a veces los retrasos pueden indicar la necesidad de apoyo adicional.

Algunas señales comunes de que su hijo puede estar teniendo dificultades incluyen:

  • Caídas, tropiezos o tropezones frecuentes
  • Torpeza o movimientos torpes
  • Dificultad para mantener el equilibrio sobre un solo pie
  • Desafíos con habilidades motoras básicas como patear una pelota, saltar o saltar la cuerda.
  • Dificultad con actividades como andar en bicicleta, subir escaleras o atrapar una pelota.
  • Dificultad para sentarse erguido, incluso encorvarse o tener mala postura
  • Caminar de forma inusual, como caminar de puntillas
  • Mala escritura o agarre desigual del lápiz
  • Dificultad con actividades como colorear, cortar y escribir.

“Es importante coordinar todos estos hallazgos con el asesoramiento del profesional de la salud de su hijo, ya que el desarrollo generalmente varía de un niño a otro”, dijo el Dr. Bakhsh. “Las evaluaciones tempranas pueden ayudar a asegurar que su hijo esté bien encaminado y brindarle apoyo si lo necesita”.

Los fisioterapeutas pediátricos y los terapeutas ocupacionales también pueden ayudar a los niños a fortalecer el equilibrio, mejorar la coordinación y alcanzar los hitos del desarrollo a través de juegos guiados y ejercicios específicos.

Cómo puedes fomentar el equilibrio y la coordinación

No necesita equipo especial ni clases formales para ayudar a su hijo a desarrollar estas habilidades. Las actividades diarias y los desafíos lúdicos pueden ser muy útiles. El Dr. Bakhsh recomienda hacer que el movimiento sea divertido, adaptándolo al nivel de habilidad y aumentando la dificultad gradualmente.

Para infantes (0-6 meses)

  • El tiempo boca abajo mientras está despierto fortalece los músculos del cuello y del torso.
  • Coloque siempre a los bebés boca arriba para dormir de forma segura.

Para niños pequeños (1-3 años)

  • Caminar a lo largo de líneas marcadas con cinta o cojines
  • Hacer rodar, lanzar o patear pelotas blandas
  • Pistas de obstáculos sencillas utilizando almohadas o muebles.
  • Bailar o aplaudir al ritmo de la música

Para niños en edad preescolar (3-5 años)

  • Rayuela, saltar o saltar la cuerda
  • Montar un triciclo o un scooter
  • Los animales caminan como si fueran osos o saltaran ranas
  • Juegos como Simón dice o Sigue al líder

Para niños en edad escolar (6-10 años)

  • Saltar la cuerda, fútbol, ​​baloncesto, natación.
  • andar en bicicleta
  • Manualidades, tareas de construcción o escritura que desarrollan la motricidad fina.

En resumen

El equilibrio y la coordinación son más que simples habilidades físicas. Forjan la confianza, apoyan el aprendizaje y mantienen a los niños seguros. Les permiten explorar su mundo, participar en actividades con sus compañeros y afrontar los desafíos con valentía.

Fomente el movimiento lúdico, ofrezca desafíos seguros, anime los esfuerzos e integre la práctica de habilidades motoras en la vida cotidiana. Su hijo no necesita ser un atleta para beneficiarse. Estas habilidades son importantes para todos, ya que pueden continuar durante la adolescencia y la edad adulta.

Si tiene preguntas sobre las habilidades de desarrollo de su hijo (qué es normal y qué no) , hable con su médico o con un especialista pediátrico de Banner Health . Juntos, pueden encontrar los recursos y el apoyo adecuados.

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